En la actualidad es muy fácil encontrar información en Internet, existe mucha y muy variada (mapas, estadísticas, leyes, noticias, publicaciones académicas, directorios, informes, etc.). Sin embargo, esta no está editada o revisada por profesionales, así que ¿quién nos garantiza que es correcta? Si pretendemos poder satisfacer nuestras necesidades de información de manera independiente, sólo nosotros mismos podemos determinar esto. He aquí algunos principios guías para evaluar y utilizar la información en Internet.
Autor – determinar su autoridad en la materia
- ¿Se identifica claramente el autor? ¿Ofrece sus credenciales? ¿Es reconocido en el campo y tiene autoridad para hablar sobre el tema? ¿Se le puede contactar?
- Si se puede determinar que el autor es alguien reconocido y una figura de autoridad en la materia, se puede asumir que la información es confiable. Por ejemplo: profesores universitarios, profesionales certificados, funcionarios de gobierno, rectores o directores universitarios, presidentes o altos ejecutivos de organizaciones, empresas o asociaciones.
Autoridad – determinar el valor de la información
- ¿Hay alguna organización reconocida detrás del sitio Web? De preferencia debemos escoger sitios de gobiernos, instituciones educativas, organizaciones no gubernamentales, etc., cuyos dominios respectivos son .gov, .edu, ó .org.
- ¿Cuáles son el origen y el propósito del sitio o página Web? ¿Es una página personal, comercial o institucional? La página, ¿pretende ofrecer información y educar?; ¿se ve claramente que es una opinión personal o un intento de mercadeo y venta? ¿Es un sitio por paga?
- Si hay una organización reconocida y respetable envuelta en la creación de la página se puede tomar la información como buena. Si hay indicios que la página ofrece información incorrecta, prejuiciada o ilegal debe descartarse como fuente de información. Claro que en ocasiones es necesario leer páginas comerciales, de opinión o prejuiciadas para ver otras facetas del tema. También puede encontrarse buena información en sitios personales como blogs, pero como regla general deben evitarse estos a menos que el autor esté claramente identificado y sea relevante en el campo.
Actualidad – cuan reciente es la información
- ¿Está fechada la información? ¿Está al día? ¿Cuándo fue la última actualización de la página?
- ¿Funcionan los enlaces externos que presenta la página?
Objetividad / Credibilidad – la información debe ser objetiva y creíble
- ¿Podemos detectar conflicto de interés, ánimo de lucro, afirmaciones exageradas o prejuicios (político, religioso, etc.)?
- ¿Muestra la información diversas ideas o líneas de pensamiento o sólo lo que le conviene al autor?
- La información ofrecida, ¿es correcta y sin errores de contenido? ¿Hay errores de escritura?, ¿de fechas o sitios?
- ¿Ofrece la página referencias independientes que sustenten sus afirmaciones?
- ¿Es útil la información y suple nuestra necesidad? ¿Es original o sólo es copia de información encontrada en otros sitios web?
En términos generales podemos decir que la información debe tener autoridad, estar actualizada y no tener errores de contenido. Debe ser objetiva, presentar la información completa y no tener prejuicio de ningún tipo. Los sitios comerciales o de acceso por paga pueden tener conflicto con la información presentada por su fin de lucro y realzar aquello que les produce dinero aunque no sea la mejor información o la más completa. Los sitios puramente personales pueden presentar sólo opiniones o ser erróneos.